Si bien el descanso y la relajación que acompañan al verano son beneficiosos, las altas temperaturas, el aumento de la humedad y los cambios en la rutina de sueño pueden exacerbar los síntomas de la Fibromialgia. Al finalizar la temporada, es común sentir un incremento en el dolor crónico, la fatiga, el insomnio y la rigidez, dificultando el retorno a las actividades diarias.

La Ozonoterapia no solo alivia los síntomas, sino que también trata los factores subyacentes de la Fibromialgia ya que reduce la inflamación, mejora la oxigenación de los tejidos y disminuye el stress oxidativo  ofreciendo un enfoque integral para mejorar el bienestar general del paciente.

Dra. Gloria Rovira Dupláa

Institut Català d´Ozonoterapia. Barcelona